La llegada de un bebé a la familia supone el inicio de una nueva etapa, que además de estar inundada de alegría y felicidad, también vendrá acompañada por un conjunto de cambios que nos obligarán a adaptar nuestra vivienda a las necesidades del pequeño.
La vida en pareja y en el hogar empezará a verse dominada por una serie de cambios con el nacimiento de nuestro retoño, especialmente si se trata de nuestro primer hijo, dado que deberemos dedicar una habitación exclusivamente para su descanso.
Mantener una temperatura agradable en casa para la salud de nuestro bebé
En todo momento, hemos de procurar mantener una temperatura agradable en todo el hogar, siendo los 20ºC la temperatura ideal para que el bebé esté cómodo, no coja frío y pueda evitar el padecimiento de afecciones como la laringitis, resfriados o gripes. En el momento en que utilices la calefacción resulta fundamental mantener el ambiente húmedo, para lo cual podemos hacer uso de humidificadores ultrasónicos para que pueda respirar mucho mejor.
Igualmente, para evitar que coja frío, a la hora de bañarle o cambiarle el pañal hemos de procurar no mantenerle demasiado tiempo desprovisto de ropa. No sería desdeñable hacer uso del calefactor unos minutos antes de entrar en el cuarto de baño para caldear el ambiente, situándonos entre los 20ºC y los 25ºC.
Para saber si nuestro retoño tiene frío, lo que podemos hacer es tocarle el cuello o la frente. En el caso de que se encuentre destemplado, hemos de caldear la habitación lo máximo posible. Uno de los modelos de calefacción más cómodos, sencillos y ajustados a un bajo coste económico. Al aprovechar al máximo la energía podrás calentar la vivienda de una manera uniforme, gradual y apostar por el máximo ahorro.
Por otro lado, debido a que nuestro retoño va a pasar buena parte de su tiempo en el dormitorio, hemos de buscar un espacio que sea tranquilo, alegre y cálido. Para conseguir esto último hemos de tener en cuenta el estado de nuestras ventanas. Se recomienda optar por el doble acristalamiento, que reduzca el paso del ruido procedente del exterior y responsable de alterar su sueño.
Igualmente se ha de tener en cuenta los materiales que componen las ventanas, dado que si son de madera y no están bien ajustados se puede filtrar el aire. Al mismo tiempo, los expertos recomiendan evitar el desorden empleando poco mobiliario con gran capacidad de almacenaje, algo que facilitará la limpieza de la habitación. Esto último es fundamental para la higiene y salud del bebé.
Beneficios del gas natural
Tal y como se indicó en líneas anteriores, es muy importante contribuir a una mayor calidez en el hogar por medio de modelos como gas natural. En el caso de los bebés prematuros, has de recordar que dispone de una menor grasa corporal, por lo que debemos ayudarle a recuperar su temperatura corporal con la ropa adecuada. Su habitación ha de situarse entre 21ºC y 24ºC. Tampoco es conveniente que el bebé tenga demasiado calor, porque le supondría un gran esfuerzo disminuir su temperatura corporal.
Nos encontramos ante una energía limpia, segura y respetuosa con el medio ambiente. El gas natural es una mezcla de hidrocarburos ligeros, resultado de la descomposición de materias orgánicas y vegetales. Nada tóxico, ni corrosivo y mucho más ligero que el aire, el gas natural es inodoro e incoloro. Debido a los múltiples usos que puede ofrecer, ya sea en la industria química para la fabricación del metanol o como productor de energía eléctrica, el gas natural es altamente demandado por los usuarios.
Con esta energía podrás utilizar el menor número de recursos posible consiguiendo el máximo efecto. Su combustión proyecta menor cantidad de C02 a la atmósfera, contribuyendo de esta forma a disminuir las consecuencias del efecto invernadero.
¿Conoces los beneficios del gas natural para conseguir la calidez que vuestro retoño necesita para disfrutar de una buena salud?
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